El cine expresionista alemán constituye uno de los momentos
fundamentales en la historia del film de arte. El Gabinete del Doctor
Caligari (1919), de Robert Wiene; Nosferatu (1922) de F.W. Murnau; o Metrópolis (1926), de
Fritz Lang, constituyen sus principales faros.
En forma
estricta, podría definirse al cine expresionista como una de las
corrientes más importantes de la producción fílmica alemana en el
período inmediato al fin de la Primer Guerra Mundial, más exactamente de
1919 a 1926.
La Universum Film Aktiengesellschaft
(UFA), fue formada en 1917 por resolución de Alto mando alemán (Gral.
Ludendorff) con un fin principalmente propagandístico, que sería
realizado ya sea en forma directa o indirecta: se realizarían películas
características de la cultura alemana y films para la educación
nacional. Las principales causas eran el muy bajo nivel de la producción
nacional frente a los films extranjeros y el gran poder de influencia
que el cine estaba demostrando tener sobre la gente.
Para
considerar los temas habituales de los films expresionistas tenemos que
tener presente la difícil situación que atravesaba Alemania en esa
época, y la manera en que este sentimiento de desesperanza, angustia y
miedo fue reflejado en el arte, como hemos visto al principio. Lo
sobrenatural, lo fantástico, lo desconocido y lo siniestro pueblan las
películas bajo distintas formas para darle sentido a lo que Eisner
define como "la doctrina apocalíptica del expresionismo" . Desde la
peste en Nosferatu (y más tarde en Fausto), hasta la inundación de
Metrópolis, el tema del fin del mundo sobrevuela las películas como un
fantasma, más o menos explícito, fruto del pesimismo alemán frente al
futuro. El cine expresionista plasmó esto en gran medida tomando como
fuente de inspiración a la tradición literaria romántica, encabezada por
Goethe y Hoffman, y muchos de sus temas, imágenes y símbolos.
http://www.temakel.com/cineexpresionista.htm
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